Día del Informe Presidencial
El primero de septiembre era mítico… ¡ah qué años aquellos señor presidente! Se acuerda Usted cuando se despertaba con el desayuno en la cama, con una decena de reporteros esperándolo en la sala, mientras Usted se rasuraba, y su esposa alistaba a los niños. ¡Ah que viejos tiempos aquellos!
Cuando una comitiva estaba en el salón de recepción y les daban los buenos días, platicaban de asuntos menores, pero aso sí, todos luciendo una hermosa sonrisa, y departiendo alegremente.
Y cuando llegaba al Palacio Legislativo, ese enorme pasillo central que conducía directo a las dos enormes banderas, ¡Señor Presidente!, ¡Felicidades! ¡Vamos Bien! ¡Qué grande es Usted! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México! Vitoreas, fanfárreas, todo de forma armónica mientras su paso cadencioso conducía rumbo a la patria…
Y luego el silencio, todos atentos a lo que diría el presidente… una hora, dos horas, hubo algunos momentos en el cual el cansancio era tal que uno que otro caía del cansancio, pero nada detenía la ola de aplausos cuando el presidente movía su brazo y decía desde lo más profundo de su corazón que nos iba a sacar de la pobreza, que se habían construido chorrocientos miles de kilómetros de carreteras, que se habían repartido millones de hectáreas a campesinos pobres, ¡Bravo! ¡Bravo señor Presidente!
Y al final, un acto ceremonioso en el Palacio Nacional, a felicitar de mano al Presidente… con el presidente todo, sin él nada…Y no importaba estar formado horas para un buen apretón de manos… ¡ah señor Presidente, qué tiempos aquellos!
Que para algunos no volverán, hoy ya no hay más mitificación de la figura presidencial. Ya no hay tal exceso, que aunque muchos quisieran que esos tiempos regresaran, la verdad es que es mejor no volver a ellos. En cambio, hoy, hoy, hoy, ya no tenemos tal abrumadoras y vergonzantes escenas, en su lugar nuestro Presiente sale en los medios diciéndonos: “chale, si no puedo, no me culpen”… Ese es el Presidente que tenemos y esa es la figura presidencial que vemos todos los días en los medios…
¡Ah qué tiempos aquellos señor Presidente!
Cuando una comitiva estaba en el salón de recepción y les daban los buenos días, platicaban de asuntos menores, pero aso sí, todos luciendo una hermosa sonrisa, y departiendo alegremente.
Y cuando llegaba al Palacio Legislativo, ese enorme pasillo central que conducía directo a las dos enormes banderas, ¡Señor Presidente!, ¡Felicidades! ¡Vamos Bien! ¡Qué grande es Usted! ¡Viva México! ¡Viva México! ¡Viva México! Vitoreas, fanfárreas, todo de forma armónica mientras su paso cadencioso conducía rumbo a la patria…
Y luego el silencio, todos atentos a lo que diría el presidente… una hora, dos horas, hubo algunos momentos en el cual el cansancio era tal que uno que otro caía del cansancio, pero nada detenía la ola de aplausos cuando el presidente movía su brazo y decía desde lo más profundo de su corazón que nos iba a sacar de la pobreza, que se habían construido chorrocientos miles de kilómetros de carreteras, que se habían repartido millones de hectáreas a campesinos pobres, ¡Bravo! ¡Bravo señor Presidente!
Y al final, un acto ceremonioso en el Palacio Nacional, a felicitar de mano al Presidente… con el presidente todo, sin él nada…Y no importaba estar formado horas para un buen apretón de manos… ¡ah señor Presidente, qué tiempos aquellos!
Que para algunos no volverán, hoy ya no hay más mitificación de la figura presidencial. Ya no hay tal exceso, que aunque muchos quisieran que esos tiempos regresaran, la verdad es que es mejor no volver a ellos. En cambio, hoy, hoy, hoy, ya no tenemos tal abrumadoras y vergonzantes escenas, en su lugar nuestro Presiente sale en los medios diciéndonos: “chale, si no puedo, no me culpen”… Ese es el Presidente que tenemos y esa es la figura presidencial que vemos todos los días en los medios…
¡Ah qué tiempos aquellos señor Presidente!
publicadas por Mauricio Martínez a la/s
11:29 a.m.
1 Comentarios:
Leyendo la entrevista y respondiendo a tu post, pienso que el hidalgo-como antes, ya no se va a hacer. Fox, como ejecutivo de Coca Cola y bien entrenado en los Estados Unidos, ya aseguro su futuro sin quiza robar un peso. El se va a convertir en el primer Lobyiist Mexicano.
Entre representando los intereses de sus "amigos" en Mexico como a empresas Norteamericanas, el ya tiene sus bolsillos llenos. Para que hacer el ridiculo con transferir grandes cantidades de dinero al extranjero...
A lo mejor ya hasta eso paso sin que nadie se diera cuenta.......
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